Ideas para inspirarte

Tras unos años en los que la madera parecía estar perdiendo terreno en el mundo de la cocina, ha vuelto con fuerza. Se valoran, así, el confort y la solidez de este material sostenible, que sin embargo, no queda circunscrito a ambientes de estilo rústico, ni mucho menos. Y eso, a pesar de que la tendencia es decantarse por los tonos más oscuros, como el roble o el nogal, que aportan mucha presencia a cualquier estancia.
La belleza de las vetas y la calidez del acabado natural contribuyen a aportar un toque moderno y acogedor a la cocina.

Los espacios modernos se simplifican, dando prioridad a muebles ligeros, armónicos, que formen bloques cohesionados, donde ningún detalle llame la atención por encima de los demás. En esa búsqueda de las formas puras y sencillas, prescindir de los tiradores permite decantarse por frentes totalmente lisos, muy sobrios, que se integran de forma natural en el interiorismo de la vivienda.
Es por eso que en las cocinas más actuales la apertura de los cajones suele ser automatizada, una opción funcional que además resulta muy estética.

La madera no es el único material natural que vuelve a estar de actualidad, las piedras naturales como el granito, el cuarzo o el mármol recuperan protagonismo en la cocina. Así, contribuyen a crear piezas escultóricas, delicadas y repletas de carácter, en las que la belleza del veteado de las piedras naturales se aúna con una textura repleta de encanto.
Aunque es quizá en las encimeras donde estamos más acostumbrados a recurrir a estos materiales, ya que ahí el factor estético se conjuga con unas altas prestaciones técnicas, no es la única opción. Este año los veremos también en suelos, paneles pared e incluso en los propios muebles de cocina, ya sea al natural o en reproducciones sintéticas que imitan no sólo el aspecto visual, sino también el tacto apomazado de las piedras

Considerando que la superficie media de las viviendas se ha ido reduciendo progresivamente, aprovechar bien el espacio en la cocina más que una tendencia es casi una obligación. Sobre todo si tenemos en cuenta que las necesidades de espacio no se han limitado, sino más bien al contrario.

Las campanas se integran así bajo los armarios altos, o incluso en la propia encimera, donde desaparecen mientras no se están usando. También es habitual elegir campanas de techo, que aportan el máximo rendimiento sin interferencias visuales.

Ya no es suficiente con que el interior de los muebles sea cómodo o funcional. Por supuesto, eso es el mínimo exigible, pero además, ahora, se espera que sea atractivo. Así, los acabados y la estética de los muebles y cajones se cuidan tanto por fuera, como por dentro, ofreciendo la misma variedad de colores y acabados para aquello que habitualmente queda oculto.