Inodoros ecológicos sin agua

Cuando hablamos de los baños secos o inodoros ecológicos, nos estamos refiriendo a aquellos en los que no vamos a necesitar agua, ahorrando este elemento tan necesario y a la par escaso. Estos sanitarios no se encuentran sujetos ni conectados al bajante de la casa, por lo que no se dirigirán a la red de aguas residuales, pudiendo colocarlos en cualquier lugar, tanto en una casa convencional, como en una habitación de invitados o un cobertizo. Se denominan también ecológicos porque los desechos que se han acumulado, pueden utilizarse más adelante para el cultivo de frutas y hortalizas, ahorrando tanto en agua como en abono.
El funcionamiento de este tipo de sanitarios es muy sencillo, al igual que su instalación. Lo primero que tenemos que saber es que se trata de dos grandes cámaras que se situarán debajo del lugar en el que colocaremos el inodoro. Estas cámaras se encuentran secas, por lo que seguirás ahorrando agua y no producirás contaminantes. Además de tener esta característica, tenemos que mirar que se encuentren impermeabilizadas, al igual que tendrán que estar herméticas en su totalidad, con el fin de que no se den fugas que puedan llegar a contaminar el entorno de estos inodoros, ni tampoco se filtre al suelo.

La cámara que se ubica más abajo del inodoro es la primera que se va a llenar, tardando aproximadamente unos 6 meses con un uso convencional, cuando esto ha ocurrido, pasará a llenarse la segunda, que tendrá también el mismo periodo de llenado. Durante este proceso, los residuos y desechos que había en la primera cámara se van a ir convirtiendo en compost que va a ser muy útil como abono. Una vez que se han llenado las dos cámaras, se deberá de vaciar por completo, para que vuelva a iniciarse todo el proceso.

Tener un sanitario de estas características te va a aportar muchos beneficios, de entre los cuales podemos destacar que no necesitarás ni una sola gota de agua para que funcione. Solo vamos a utilizar, como es lógico, el agua de la ducha, del lavabo o del bidé, pero ya está, ahorrando mucho en la factura del agua.
Su instalación es muy sencilla y se puede hacer en cualquier vivienda, tenga o no tenga un inodoro convencional, aunque se recomienda siempre que sea supervisada por un fontanero experto para que no haya riesgos de fugas o inundaciones. Gracias a este proceso tan limpio no contaminarás, pudiendo utilizar los desechos o compost que se formen para abonar la tierra.